El Instituto de Cálculo y La Noche de los Bastones Largos

21 agosto 2016
Algunos documentos que indican en qué se estaba pensando y cómo pudo seguir la historia del Instituto de Cálculo de EXACTAS-UBA si no hubiera ocurrido la Noche de los Bastones Largos


Hace pocas semanas se recordó el 50 aniversario de la Noche de los Bastones Largos con diversos actos, artículos y publicaciones. Algunos medios dijeron que en ese día se rompió a Bastonazos la «Clementina», apodo de la Computadora Mércury de la marca Ferranti que estaba instalada en el Instituto de Cálculo (IC) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. (El apodo tiene su origen en que al finalizar un cálculo la computadora ejecutaba un sonido con los primeros acordes de la canción popular «Oh My Darlin’ Clementine»).
Para los que no conozcan la historia de la Noche de los Bastones Largos, hace poco publiqué esto:

Sobre el IC y la sucesora de Clementina

En el capítulo «Continuidad formal y ruptura real: la segunda vida de Clementina» de Raul Carnota y Mirta O. Perez, que forma parte del libro «Historia de la Informática en Latinoamérica y el Caribe: investigaciones y testimonios» Jorge Aguirre y Raúl Carnota (Compiladores) ya se había aclarado el punto. La computadora no solamente no fue destruida, sino que siguió funcionando hasta 1970, momento en que se la apagó por falta de repuestos y porque ya era un elemento para un museo, completamente obsoleto.

Pero entre los papeles de Rolando García hay algunos elementos que muestran que para mediados de 1965 ya se estaba pensando en reemplazar a «Clementina» por una computadora moderna. Además había planes para fortalecer los grupos de investigación y las carreras de grado.
El primer documento es un informe elaborado por Manuel Sadosky, Director del Instituto de Cálculo y Vicedecano de EXACTAS-UBA, fechado el 30/03/1965.

Los siguientes documentos son dos notas, ambas de fecha 25/01/1966. La primera la envía Manuel Sadosky al Secretario de Hacienda de la Nación, Carlos García Tudaro.

La segunda también es de Manuel Sadosky y la envía al Agregado Cultural de la Embajada de Francia, Robert Perroud. En la misma retoma las gestiones iniciadas por Rolando García en su visita a Francia en diciembre de 1965 en relación con la forma de un convenio con el Instituto de Cálculo de EXACTAS-UBA.
El siguiente documento es del 17/05/1966. Rolando García la envía a la Dirección de Relaciones Económicas Exteriores del Ministerio de Economía de Francia a cargo de M. Caron de la Carriére. En la misma retoma los trámites para obtener asistencia técnica y financiera para el Instituto de Cálculo de EXACTAS-UBA.Economía de Francia retoma los trámites para obtener asistencia técnica y financiera para el Instituto de Cálculo de EXACTAS_UBA.

Finalmente hay un presupuesto de la empresa IBM de fecha 03/06/1966:

otro presupuesto de la empresa BULL de fecha 06/06/1966:

y finalmente uno de la empresa English Electric Leo Marconi Computers Limited de Inglaterra, también de fecha 06/06/1966:

Tal como indican Carnota y Perez en su estudio, lo penoso del fin de Clementina no lo da tanto un hecho brutal que le diera un fin violento, sino justamente la muerte por falta de los líderes y recursos humanos que la habían comprado, instalado y generado el proyecto académico que le daba sentido.
No tengo evidencias de que el acuerdo académico y económico con Francia fuera el único proyecto que tenían en evaluación. Pero es claro que al menos ese existía, sabían cuál era el proyecto académico a seguir y con qué recursos computacionales se podía ejecutar.
Otra evidencia más de lo que se perdió cuando se destruyó el modelo de universidad al servicio del desarrollo nacional autónomo que se estaba construyendo.
Jorge Aliaga
21/08/2016
jorgealiaga.com.ar

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